19/12/12

Galería Balmaceda Arte Joven Bío Bío y sus procesos de implicación

Intentar abordar en un texto como éste, la serie de propuestas seleccionadas para el periodo 2010 de la galería Balmaceda Arte Joven Bíobío, resulta una tarea difícil en tanto cada una de ellas manifiesta particularidades que requieren de una reflexión propia para ser atendidas en su más amplia significación. Sin embargo, es posible apuntar ciertos factores que las hacen converger y que se encuentran directamente asociados al eje curatorial asumido por la galería a partir de su primera convocatoria en adelante[1]. En este sentido, y ya cumplidos tres años de actividad en nuestra ciudad, es también la oportunidad de cotejar el papel que ha cumplido la galería a través de un proceso de trabajo que buscó impulsar el desarrollo de propuestas artísticas que abordaran abiertamente la relación con el contexto y que plantearan estrategias de vinculación con el barrio donde se emplaza el centro cultural. Entonces, ¿qué cualidades podemos extraer de una convocatoria decidida a favorecer obras que, más allá de alcanzar un efectivo uso formal de los recursos propios del arte, permitiesen articular relaciones que trascendieran lo meramente estético? 

Un concepto apropiado para el eje curatorial propuesto, dice relación con las diferentes modalidades de “implicación” que dispone la práctica artística contemporánea, es decir, la capacidad de tramar relaciones que desbordan el marco de sus recursos representacionales y que transforman el acto creativo en un acontecimiento inscrito en la contingencia de una realidad particular; todo esto, dando lugar a una experimentación de los medios de producción, distribución y recepción de las obras. Por otro lado, la invitación explícita a realizar propuestas según la orientación antes señalada, predispuso condiciones para establecer un área conjunta de trabajo dedicada al desarrollo de estrategias didácticas por parte de la galería. 

Por cierto, esto no se condice con la idea de un “arte sociológico”, ni con hacer de la práctica artística un espacio esencialmente participativo. De lo que se trata, más bien, es producir relaciones y significaciones más allá del espacio material de la galería, efectuando intercambios simbólicos con el territorio, los cuales indudablemente pueden resultar complejos o friccionados, pero que sin embargo permiten abrir un espacio común para la reflexión y la discusión. En este marco apreciamos las propuestas seleccionadas en la convocatoria 2010, bajo la idea de que la práctica artística representa un dispositivo de acción que posibilita nuevas formas de relación, en donde la experiencia estética se encuentra cruzada por el acontecimiento social. 

Así entonces, al dar una mirada a las obras presentes en este catálogo, vemos procedimientos artísticos que exploran, cada uno a su manera, diferentes alternativas de implicación y problemáticas propias de la relación entre las obras, la galería y el territorio que acoge a Balmaceda Arte Joven. La relación entre lo público y lo privado, la composición simbólica de los espacios, la memoria colectiva, el territorio, la realización de dinámicas de trabajo asociativas, etc., son campos de acción explorados por los artistas seleccionados y que ponen en relieve planos de significación directamente vinculados a una realidad concreta, situada, actual. Por último, son diversos también los procedimientos artísticos desplegados (pintura, instalación, fotografía, cómics), a través de los cuales se manifiesta la intención de generar un espacio compartido de vinculación y reflexión. 


[1] La primera convocatoria fue elaborada en asociación con el colectivo de artes visuales mesa8, estableciendo un marco curatorial que buscaba generar nuevos procesos de intercambio entre las obras que acogía la galería y el territorio en donde se encuentra emplazado el Centro Cultural Balmaceda Arte Joven Bíobío.

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